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¿Quién no ha sufrido una mala experiencia en el amor?

No eres la primera persona ni la última, ni la que lo está pasando mal por amor en este momento, ni la que no saldrá de este hoyo que ahora ves tan oscuro.

Este artículo tiene el propósito de cargar de energía a todos/ as aquellos/ as que ya no creen o están desesperados por un desengaño amoroso y créenos… ¡sabemos lo que estás pasando!

En algún momento de nuestras vidas e incluso varias veces, hemos conocido a alguien de quien nos hemos enamorado (o eso creíamos) y luego, por la razón que sea, no ha salido bien, desencadenando dolor, desesperación y arrepentimiento.

Malas experiencias que nos han hecho creer que el verdadero amor ya no existe y nos han hecho tomar una actitud pesimista. Hasta aquí todo es comprensible, ya que hemos invertido el tiempo en una persona que, por las razones que sean (no entraremos en ejemplos), ha acabado en una ruptura.

Cuando llega este momento, condicionado por tu vivencia y tus sentimientos, fácilmente puedes hacerte preguntas como estas:

«¿Por qué ha pasado esto?»

«¿No me quería?»

«¿Qué he hecho mal?»

«¡No encontraré a nadie como él/ella nunca más!»

«¡El amor no existe!»

«¡Ya no creo en el amor!»

Y un sinfín de preguntas y reflexiones que nos hacen entrar en un bucle del cuál parece imposible salir.

Pues desde aquí te decimos que no te desesperes, es normal hacerse preguntas, lo extraño sería no hacérselas pero… ¡con un límite! Lo único que vas a conseguir si sigues así es sentirte peor y quedarte bloqueado.

Aunque ahora parezca muy difícil, todo pasa y las heridas se curan pero tu decides la velocidad con la que estas desaparecen.

Te invito a hacerte estas dos preguntas y a reflexionar un momento sobre ello:

«¿Si tu ex pareja es la persona de tu vida, crees que hubierais llegado a esta situación?»

«¿Crees que la persona de tu vida rompería vuestra relación?»

Debido a la dolorosa y difícil situación por la que estás pasando, es comprensible que por ahora no tengas ganas de hacer nada y que te sientas triste.

Ello forma parte del proceso de duelo y es importante respetar tus tiempos para integrar y aceptar la pérdida y ruptura de la relación. Sin embargo, también es importante hacer un esfuerzo e intentar hacer aquellas cosas que nos gustan y que nos sientan bien.

No es bueno encerrarse en casa y pasar los días mirando las fotos de nuestra ex pareja mientras escuchamos canciones tristes. Ello no nos hará ningún bien, sino todo lo contrario.

Por mucho que en este momento sea un sobresfuerzo, vale la pena salir de casa, quedar con amigos y despejar nuestra mente, porque seguro que gran parte del día lo pasas pensando en tu ex pareja y ello lógicamente acaba debilitando tu estado de ánimo.

Sé muy bien que ahora lo que quieres y necesitas es llorar y que para ti esa persona es irremplazable, pero piensa que cada día rompen cientos de parejas e igual que tu, merecen la oportunidad de conocer a otra persona que vuelva a despertar esa chispa, esa que ahora no crees que se encienda nunca más. ¡Tu decides! Tómate tu tiempo para elaborar la pérdida de tu ex pareja, pero más tarde o más temprano, si no cierras esa puerta y no abres otra, entonces siempre permanecerás así, en ese mismo estado. Para conseguir cambios has de poner todo de tu parte y el primer paso es aceptar la ruptura. El final de una relación siempre es el principio de una nueva vida que aunque puede parecerte peor, porque tu deseas estar con esa persona, puede traerte a alguien mejor, que te haga realmente feliz. Pero para ello, hay que dejar atrás a tu ex pareja. Si no eres capaz de dejar el pasado en el pasado, no vas a poder vivir el presente, y por lo tanto, vas a dejar pasar oportunidades que pueden ser buenas para ti.